Como era de esperar,tras la sentencia recojida en el Auto de la Audiencia de Navarra en la que se cancelaba una hipoteca con la entrega de la vivienda,Auto que se basaba mas en principios morales que en una base sólida de amparo jurídico,ya ha tenido como señalamos contestación política desde el ejecutivo por boca de la Ministra de Economía. Y como era de esperar doña Elena se puso al lado de la banca,al igual que lo hiciera instantes antes las agencias de ratting. De estas como de la propia banca es lo que se espera; otro caso bien distinto es lo que la mayoría de la gente de bien espera de sus servidores públicos. Hay veces que estos estarían mejor callados y saliendo por la tangente como hacen con demasiada asiduidad. La ministra no debe olvidar que la opinión pública no hace sino poner voz en grito las flagrantes tropelías que se le permite a la banca; un conglomerado demasiado poderoso capaz de modelar con sus favores a todo Gobierno que se precie y como esto lo sabemos,y tambien sabemos que no es fácil trocar estos habitos es por lo que reclamamos que,al menos,mantenga la boca cerrada. Otra cosa bien distinta es lo que la sociedad debe de hacer,esto es,utilizar cada vez menos los servicios bancarios,cerrar las cuentas inservibles,cancelar tarjetas de crédito y solicitar pagos sin cargos en cuenta al menos por servicios públicos. Estos pequeños pasos deben ser utilizados cada vez mas para dañar los márgenes financieros de las entidades y,sobre todo protestar. La protesta es muy efectiva pues va calando poco a poco; al principio puede parecer que damos palos de ciego pero este clima de crispación es trasladado desde dentro de las propias entidades y va escalando dentro de la organización hasta llegar a la cima de las mismas.
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