martes, 15 de febrero de 2011

Ni una Lágrima.

    Pues no; no me verán ni derramar una triste lágrima si al final el Gobierno lleva a cabo esto de las Cajas de Ahorro y cierra así una etapa -gloriosa en muchos casos- que a perdurado mas de un Siglo.  Desde la reforma del 77 de la mano de Fuentes Quintana lo cierto es que las Cajas ya rezumaban ese sabor amargo del dinero; de un dinero conseguido con unas prácticas que ni los mas viejos del lugar estábamos acostumbrados.  Es cierto que podían expandirse e incluso comprar Bancos,pero ese veto de acudir al mercado en busca de capitales acabó sepultando su continuidad.  Claro que algunos pensarán que si aquello estuviese en su poder el agujero sería todavía mayor al acojer en su seno el verdadero mal.  Y es que ese cementerio de elefantes en que se había convertido para acojer en su seno a los despedidos de la política hizo que su mayor virtud,aquella de ir con pies de plomo en sus inversiones,se convirtiera,al fin y al cabo,en justo lo contrario.  Dieron dinero a los amigos de turno; se embarcaron en aventuras para las cuales no estaban ni preparadas ni era su función primordial y,acabada esta burbuja que lo fue el ladrillo, salieron a relucir todos los males que escondian.
   De ahí mi reticencia al derrame lagrimil.   Es mas,una buena parte de mi saltará de alegría por atisvar a ver de una vez una verdadera competencia en esto de otorgar crédito o de cobrar por cualquier tontería.  Los suelos de hipóteca son de padre señor mio; y lo de empeñar a toda la famiia para comprar una casa,que ellos valoraran a su antojo,es de juzgado de guardia.  Si a esto sumamos que tienen agarrado a este y a todos los Gobiernos por los bemoles se entiende que hallan gobernado las finanzas de este país a su antojo.  Y así nos vá.
    La ultima jugada es magistral: reciben dinero del FROP para sufragar el adelgazamiento de sus plantillas cuando debería ser,con un 20% de paro,todo lo contrario.  Osea,que les dén.

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