Momentos de Cambio.

La economía es hoy el principal problema de los españoles,según nos muestra la última encuesta del CIS, y de su mejoría depende mucho lo demás, incluido claro está la marcha general del sistema democrático y,junto a él,todo el sistema político golpeado de modo muy directo por las dudas ciudadanas en torno a la calidad de las respuestas políticas a la crisis en términos de eficacia y de reparto de las cargas que esta crisis conlleva. La profundidad de la crisis, su duración, sus consecuencias y sus respuestas interpelan coercitivamente a todo el sistema democrático y a la percepción ciudadana sobre el mismo esta tiene.  Poco a poco se van tomando iniciativas encaminadas a apaciguar aquellas llamadas repletas de acritud y que encuentran altavoces siempre proclives a expandirlas; la proliferación de medios audiovisuales,la ingente red de opiniones transferidas a traves de las modernas tecnologías hace que los pequeños pasos que el ejecutivo va dando se quedan anestesiados por un enjambre de voces que requieren mas.  Y no sin razón.  Son tiempos de cambio. De cambio de modelos que aglutinen de manera fehaciente las ansias de una sociedad abierta y deseosa de ser escuchada.  Estos deben ser profundo en el ambito particular de los propios partidos existentes.  Pero tambien otros que afectan al Poder Judicial. Reestructurar nuestro mapa político. Hacer mas transparente la administración; que sea ágil y auditada por la ciudadanía,sin cortapisas ni obstaculos.
    Pero sin duda el gran cambio se tiene que producir en nuestro método económico.  Necesitamos saber hacia donde encaminar la economía del futuro.   No podemos basar aquella en el ladrillo;ni tampoco dejar que todo el peso recaiga en el turismo.  Todavía tenemos reciente tasas de crecimiento que sobrepasaban el 4 0 el 5% de crecimiento y,aun así,la tasa de paro no bajaba de los 2 millones de personas.  Sin duda que gran parte está oculta en eso que llamamos "economía sumergida" pero esto no es mas que paños calientes a situaciones personales.
   Tenemos la urgencia de inventar el futuro.  Que está ahí.  Ya.