miércoles, 22 de diciembre de 2010

Amancio Ortega y las SICAV.

   El presidente de Inditex, Amancio Ortega, ha dado cerrojazo a sus dos principales Sociedades de inversión de capital variable (Sicav). Alazán y Keblar dejarán de ser fondos de inversión para dedicarse al negocio inmobiliario.   Esta noticia que pudiera pasar desapercibida hay que entenderla y saludarla en toda la extensión.  Hace un tiempo para aca las SICAV estuvieron en el ojo del huracan por los beneficios otorgados a los llamados "Ricos".   Don Amancio que de tonto no tiene un pelo se dio cuenta de que los beneficios obtenidos eran muy pocos en comparación con el conocimiento que la opinión pública pudiera tener de él asociándolo a un fondo de inversión con tan mala prensa.  ¿Pero son tan malas las SICAV?
   Para entender un poco mejor tenemos que hechar un vistazo a lo que nos dice  Ricardo Sánchez-Seco Tomás, Gestor de Inversionesde Fondos de manera  amena y muy entendible en la páginaweb de Invertia.com. Veamos.
   1. La ventaja fiscal de la que tanto se habla de las SICAV no es, en contra de lo que muchos creen, que sus dueños puedan reducir los impuestos que se pagan, sino que permite diferir su pago. En cuanto el dinero está a nombre de la Sicav y éste se invierte, los posibles beneficios obtenidos de la inversión tributan al 1% en lugar de al 30% en el impuesto de sociedades siempre que el capital permanezca en la SICAV. No obstante, cuando la SICAV devuelve el capital a su dueño, entonces éste tributa igual que las acciones y paga lo mismo que cualquier inversor: entre un 19 y un 21%.
2. La verdadera ventaja, y en este caso es muy clara incluso frente a los fondos de inversión también, radica en las reducciones de capital. Esto significa que los dueños de la SICAV pueden sacar dinero sin tributar hasta que no supere la cantidad inicialmente invertida, porque se considera que lo que se retira es capital y no las ganancias obtenidas por las inversiones de las sicav.
   
3. Otra ventaja de la SICAV, más allá de las fiscales, se encuentra en el control de la inversión por parte de los dueños, algo imposible de llevar a cabo en un fondo de inversión, cuya gestión escapa a la voluntad de los partícipes.
     Pues juzguen vds, yo por mi parte solo me resta aplaudir a Don Amancio que esta vez hizo bueno el dicho aquél sobre la mujer del Cesar que no basta con ser honrrada sino que debe parecerlo.
  

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