jueves, 11 de noviembre de 2010

El Miedo es Libre

   De cuando en vez saltan a la luz de los focos,ya sean en la Tv ya en los medios impresos, las aventuras y lo avezados que son algunos altos ejecutivos de empresas financieras o de la gran banca; suelen deslumbrar desde el sillal de los dioses cual Olimpo desde el cual muestran la grandeza no solo de sus empresas sino que,también, la esquisitez de sus ingentes logros.  Casi no son mortales y,como si flotasen  en una aureola de insensatez, quieren dejarnos la impronta que ellos solos son capaces de hacer mover al mundo,cual Hercules imbatibles.  Pero hete aquí que a veces la realidad,esa cruda cotidianeidad, nos revela la verdadera faz de estos individuos tan proclives al sobresalto y a la cobardía mas necia.
    Dias pasados las acciones del BBVA comenzaron a bajar mas motivadas por causas relativamente normales del mercado y algún efecto de la desconfianza de la ampliación de capital que habá anunciado para la compra de un banco turco,concretamente el Garanti,y pese a ofrecer un descuento de hasta el 29% sobre el precio de las acciones en el momento de anunciarse la operación, no entusiasmaba precisamente a los inversores.  Alguno de estos espabilados creyó entender que algo no iba bien y se puso en marcha algunos avisos de que en algunas sucursales del BBVA se estaban produciendo crecientes colas de clientes. Incluso llegaron a circular por los correos electrónicos fotografías de aglomeraciones de clientes. Y empezaron a circular rumores sobre que el segundo banco más grande de España se estaba enfrentando a problemas de liquidez. En las Bolsas internacionales, estas especulaciones hicieron que las acciones del BBVA se desplomaran por las ventas masivas de títulos por parte de algunos inversores para no ser víctimas de un colapso financiero y,por ende,de sus dineros.  En la sede central no daban  crédito  (y esto no es una maldad intencionda,no dan crédito ni a Dios) a lo que estaba aconteciendo.  Aquellos hombres fornidos,con tirantes y habanos se estaban quedando sin respiración y todo porque el banco había puesto a disposición de los clientes los dorsales de una carrera solidaria que había organizado.  Ese era la aglomeración.
    Se dice que FG, tras tomarse algún que otro spidifen, ha exigido que a partir de ahora se envien los dorsales y otras prebendas del estilo, por correo ordinario.  Y es que el que tiene miedo tiene culo,o al reves.

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