miércoles, 3 de noviembre de 2010

Los Cien y Fedea

   Relata Carlos Berzosa,rector de la Complutense,cierta anécdota ocurrida hace un par de años en la London School of Economics, con motivo de la inauguración del nuevo auditorio. La Reina Isabel preguntó por qué ninguno de los grandes economistas allí reunidos había sido capaz de detectar a tiempo la gran crisis financiera que se venía encima. No obtuvo respuesta.  La cita continua señalando que,con posterioridad en la que se ofrecían tibias explicaciones y excusas referidas a “un fracaso de la imaginación colectiva de mucha gente brillante”.   La respuesta no está mal desde el punto de vista de alguien a quien se le ha cazado con los pantalones fuera de su lugar pero adolece de una vanalidad flagrante.  En el artículo de referencia se pone también en entredicho lo que aquí en España se ha denominado el grupo de los Cien.  Una cuasi corporación de Economistas agrupados en la Fundación Fedea y que suelen servir a las grandes corporaciones,sobre todo  bancarias, de nuestro pais y que,aplicando nociones neoliberales tratan de afianzar sus posiciones en aras de dar cobertura a los estropicios de tales teorías.  No es de extrañar por tanto que aplicando las mas rastreras de las artimañas se permitan la osadía de cercenar y vetar los comentarios que,en sana discrepancia, se publicitan en su web.   Así a acontecido  con V. Navarro e incluso con este mediocre opinador que aquí escribe.
    Pero ya sabemos algunos que una cosa es predicar y otra bien distinta es dar trigo.   Yo por mi parte estoy exultante; es la primera vez,al menos de la cual tengo constancia, en que soy censurado;lo que dá cierto valor a mi criterio y ensancha mi futil vanidad.
    Pero no era esta mi intención,al menos en primera instancia,hablar de censuras sino de economistas y de su función en esta crisis.  Como señala Berzosa,y aquí voy a colocar sus palabras que son un buen compendio de lo que algunos aspiramos a lo que debe ser en los analisis de esta crisis y al papel de los economistas: "La más importante, atribuía el despiste de la mayoría de los economistas respecto a la crisis a que la economía, como ciencia, se hubiera convertida en los últimos tiempos en una rama de las matemáticas, lo que la había alejado del estudio de los problemas reales. Hay, por tanto, economistas brillantes que, bien por el objeto de su estudio, muchas veces bastante irrelevante y sin aplicación al mundo real, o bien por la metodología que utilizan, excesivamente abstracta y formal, son incapaces de explicar lo que realmente sucede en el mundo. Todo lo que está pasando debe servir para cambiar las enseñanzas de la economía actual. No es que se descarte, por mi parte, la enseñanza de las matemáticas, sino al contrario. Considero que los economistas deben tener una buena formación matemática, estadística y econométrica, pero estos conocimientos deben ser medios e instrumentos y no fines. La formación en teoría económica es la base en la que se sustenta el conocimiento sólido de los economistas, pero no olvidemos que no solamente existe la teoría neoclásica, hay otros enfoques que, en muchas ocasiones, son alternativos".
    Lo dicho hay otros mundos...

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