Verán. El Congreso de los Diputados se aferra a la ley del embudo para no aplicarse su propia medicina. Ningún grupo quiere ahora extender la supresión de los ministerios de Vivienda e Igualdad, que con tanta fruición se dedicaron a votar de forma mayoritaria en nombre de la reducción del gasto, para eliminar las comisiones correspondientes en la Cámara Baja.
Para los interesados que tan bien viven de este negocio, más que político es este un problema poliédrico de difícil solución. El grano de los pactos parlamentarios, lo convierten ahora en una montaña insalvable. Y así aparece como insalvable el compromiso del PSOE con CiU sobre las presidencias de comisiones. Todo se entiende si se aclara que la de Vivienda es una de las que llevan los nacionalistas catalanes. Pero aferrense a la silla pues esto tiene todavía más miga. Pero hay más, mucho más. Este es también un problema económico.... sobre todo para alguna de sus señorías. En concreto, los presidentes, vicepresidentes y portavoces de Vivienda e Igualdad, sin asiento en otras comisiones, tienen un plus económico que dejarían de embolsar, tanto ellos como su grupo. La supresión de estas comisiones dejaría sin ocupación a mucho ocioso que, entonces, podría dedicarse a incordiar,osea,a tocar los limoncillos a mas de uno. Un problema sí. Pero esto tiene continuidad en la acera de enfrente,verán.
En el Senado los intereses creados todavía están más claros, tanto que ya ha decidido mantener las dos comisiones, una vez suprimidos los dos ministerios. La eliminación de la de Vivienda supondría en retribuciones un ahorro de 10.000 euros al mes (poco más de 120.000 euros anuales), a los que habría que sumar el resto de gastos por funcionamiento y otros conceptos.
Bueno,como ven vds. estos por la pela son capaces de defender el moño,la pandereta y los bigotes dalinianos. Para el caso,tanto dá. Por cierto,de supresiones ná de ná,que hay que facturar.
De pena.
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