Crisis de Gobierno

   Pues sí,pocas veces una crisis de Gobierno es tan bien recibida o esperada.  A veces no logro comprender las fatigosas reticencias que nuestros gobernantes mantienen con las remodelaciones del Gobierno,sabiendo,de antemano, que cuando acontecen es que algo no vá bien y,en última instancia,lo primero que se logra es trasmitir a la ciudadanía e incluso a veces al exterior, la templanza y el ánimo que alberga en el Presidente para encauzar los nuevos retos o las dificultades adyacentes.  En el caso que nos ocupa es lacerante la miopía de ZP por no ver la evidencia.  Con un país reclamando un cambio de actitud él se empecinaba una y otra vez en no querer atajar algo tan simple como es la anulación de unos Ministerios no solo ineficaces sino incluso superfluos.   Se ha dicho,y yo etre ellos, que en el plano económico, la desaparición de estos Ministerios,Vivienda e Igualdad, representan una efímera parte del gasto del Estado y,empero,significa un avance importante ante la opinión pública y en el buen hacer de todo gobernante.  Y no se trata de contentar a los críticos o a la oposición sino en estar en el mismo plano que lo que acontece en otras areas.  Reclamar sacrificios a todo un país debe comenzar desde luego por el propio ejecutivo sin que por ello se ponga en peligro la propia acción de Gobierno.  Muchas veces,casi siempre, los actos de Gobierno se nutren de pequeños detalles ante la opinión pública y en esto suelen fallar los dirigentes políticos.
   En otro orden de cosas,la llegada de Super Rubalcaba tiene distintas lecturas, como también las tiene la salida de Moratinos o de la Vice. La otrora intocable Vice dice adios con un deje de amargura,quiza fiel reflejo de su rostro.  Lo que sí está claro es que desde sus propias filas lo mirarán con cierto alivio:  Lo que es amigos,amigos, Fernandez de la Vega hizo pocos.   Espero que con los cambios ganemos todos. Bueno unos mas que otros, como siempre acontece cuando sucede lo mismo.
   Que la crisis sea contigo.