Es bien cierto que todavía faltan algunos trámites para la aprobación de los PGE2011 pero ya se pueden entresacar algunas grandes líneas de actuación; y no son precisamente alentadores.La ausencia de instrumentos fiscales de apoyo y fortalecimiento al crecimiento y a la actividad o a la creación de empresas denota bien a las claras que el Gobierno sigue renunciando a utilizar la política fiscal para otra cosa que no sea recaudar o reducir la cuantiosa deuda externa. Podría,o cuando menos nosotros lo percibimos así, haber sido más beligerante reduciendo más enérgicamente los gastos corrientes para dejar hueco a un mantenimiento o mejora de los gastos de inversión, ya en infraestructura ya en otros campos como la investigacion o la inversión en educación/formación pero no ha sido así, lo que se traducirá en una minúscula capacidad de creación de empleo e incluso posiblemente en un nuevo incremento del mismo. Huelga decir que el próximo año 2011 va a ser, además, un año de retroceso en términos de convergencia con una buena parte de nuestros vecinos europeos y,por lo tanto,las perpectivas de una mayor competitividad se esfuman.
Bueno tendremos ocasión de seguir escudriñando en este presupuesto que a buen seguro nos deparará escasas sorpresas; quizá la más llamativa sea la expectativa de crecimiento,1,3% del PIB.
Nadie se lo cree. Tal vez si llamase Obama,...
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