J.Mayor Oreja.

 Por asuntos que no vienen al caso he de confesar que siempre  manifesté  cierta vehemencia al referirme a J.Mayor Oreja; incluso en aquellos días ya lejanos cuando eramos perseguidos por la Guardia Civil y unos cuantos pelotones de esa fuerza de Corps que pertenecen a la Policía Nacional.  Fue durante la construcción de la Presa/Embalse en Caldas y,a la sazón el personaje era,como es  bien conocido, Ministro del Interior.  En aquellos dias manifestó sin rubor ante la pregunta sobre los pequeños  incidentes en una manifestación y la  subsiguiente carga policial que "las gentes de Caldas eran violentas".    Siempre había guardado esta frase para poder utilizarla un dia en su presencia,y lo cierto es que llegado el dia señalado me han podido más otras consideraciones.
   Hecha esta pequeña incisión lo que quería poner de manifiesto aquí son las constantes meteduras de pata del angelical Mayor.   Desde hace algun tiempo viene prodigándose en acusar al Gobierno de connivencia con ETA.   Y esto es grave pues el sabe, a ciencia cierta, que los acontecimientos desde hace bastante tiempo no se rigen por lo que el argumenta y mas bien parecen ser las rencorosas motivaciones de alguien que fue incapaz de llevar una política mas sensata desde el ministerio pues tenía bastantes elementos a su favor.    Empero,se empezuñó en un enfrentamiento abierto que lo único que consiguio fue alargar el proceso sine die.  Tampoco es cuestión de echarle toda la culpa a él  o a su política,pero una buena parte de que el conflicto se prolongase durante este tiempo se debio a un odio enfermizo a laa negociación política.  Muchos no estarán deacuerdo con esto; muy bien.  Ahora solo falta que busquen las palabras para reconfortar a la veintena de muertos y heridos que se han producido desde entonces.   
   Si alguna vez,aunque fuese una sola,estos acólitos Neocatólicos escucharan las voces de su cristo otro gallo cantaría. A todos.